La educación a brillado por su
ausencia, pero no le tiren las culpas a los gobiernos actuales, no se sumen a
la demagogia diciendo, era de prever, lo habéis votado. Si algo esta claro es
que en nivel educativo de España deja mucho que desear. Pero no es fruto de los
recortes, sino de la pasividad y dejadez de todos los gobiernos democráticos.
Lo sucedido en Valencia de lo que
algunos denominan en las redes sociales #PrimaveraValenciana, ha sido la gota
que ha colmado el vaso, pero ni mucho menos es culpa de unos no tan inocentes
estudiantes ni tampoco de los masivamente votados gobernantes. Es culpa de
todos, por supuesto, nos hemos dejado a los docentes, que unos llevados por las
circunstancias y otros por sus ideales, han sacado a la calle a unos menores,
poniendo en riesgo la integridad física de estos. Por supuesto, un servidor es
partidario de las manifestaciones publicas, en ocasiones he salido a la calle a
demostrar que me importa mi futuro, y es totalmente legitimos, el que todo el
mundo salga a protestar por lo que cree justo, pero, también es cierto que
algún indeseable se ha pasado de listo.
En cuanto a lo referente a los
estudiantes, no podemos menospreciar el daño que pueda hacer un individuo con
una piedra/adoquin en la mano, independientemente del daño que pueda causar por
su edad de 17 años a 18, lo único que puede cambiar sustancialmente es la
responsabilidad juridica que tenga este de cara a los tribunales. En cuanto a
los no tan menores, ya que hay detenidos de edades comprendidas
mayoritariamente entre 20 y 45 años, lo que demuestra que, no todos eran
menores como algunos medios de comunicación indicaban.
En lo policial, la actuación de
la policía quizás algunos la puedan tildar de desmesurada, pero n o son tan
malos como parece, si bien estos están para garantizar el orden publico y la
seguridad de la sociedad, utilizando si se vieran en la tesitura, de los medios
oportunos que fueran necesarios para cumplir con su función. Todos y sino aquí
tienen la imagen, hemos visto a un señor con jersey rojo, con la defensa (goma
o porra) de un policía. O a individuos insultando y llamando “hijos de puta” a
los policías mientras les advertían que su comportamiento no estaba siendo
conforme a derecho y que debían abandonar esa acritud frente a las fuerzas del
orden y al orden publico. Y ahí la policía aun no estaba utilizando ningún tipo
de fuerza física para disuadir a los manifestantes.
Pero España, esa grande y libre.
La misma España que le paga a un representante de los trabajadores sueldos que
solo representan un estatus de intocables, que cobran de todos y defienden a
unos pocos, la misma en la que un político puede servirse de la administración
cuanto quiera sin ser tan siquiera investigado, la misma que olvida su historia
para volver a caer en ella, España esa nación digna de estudio por sus
paradigmas, seguirá sorprendiendo a propios y extraños para seguir siendo la
misma de siempre.
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